Thursday, May 11, 2006


Eros resplandeciente

Homenaje a Eielson


¡Oh la gran llama azul del cielo y de la gracia
Y la noche que se agita de ciervos y mi alma!
(J. E. Eielson; fragmento de El cielo,
poemario Reinos)

El ser humano no es una condición que asumimos por el mero hecho de nacer. No. El ser humano es un fin, un proceso que demanda disciplina, trabajo y entrega. Eielson sabía que, para lograr ello –el fin supremo-, tenemos herramientas como el lenguaje. La pintura, la escultura, la música y la poesía son los diferentes lenguajes que empleó con el fin de progresar hacia el ser humano.

Y no sólo eso, se emparentó con astros, altas formas vivientes, pero también con bestias en estratos a los que no llegaría una sensibilidad limitada. En realidad, Eielson se ha transfigurado en un avatar, en un ser humano dorado. Por tanto no ha muerto sino trascendido, dejándonos una herencia importantísima: su obra.

Eielson, al igual que Vallejo, ha pasado a ser para nosotros un poeta universal. Ambos labraron sus nombres con dedos alhajados en los racimos de la Vida y de la Muerte. Son ahora, con toda justicia, las dos cúspides de nuestra más alta montaña hecha de poesía.

Yo tengo una historia que contar: conocí a Eielson en Trujillo; mejor dicho, tuve contacto visual con el poeta. Y eso fue suficiente para llevarme una impresión imperecedera de él. Tenía ocho años de edad y paseaba por la Casa Ganoza un día de bienal a mediados de la década de los ochentas. Mi padre es pintor y por esta razón, mi primer contacto con la obra del aeda fue a través de su obra gráfica. Sabemos que Eielson no fue sólo pintor o escultor o poeta, sino un artista completo que empleó los diferentes ingenios del espíritu para humanizar y comunicar su aventura estética. Vi absorto su instalación: una habitación azul con personajes escultóricos de un dramatismo muy intenso en actitud de querer escapar o cayendo. Me sorprendió el hecho de que las formas y los colores pudieran salir fuera de sus márgenes. Luego vendría su famosa performance: Eielson desapareciendo en medio del tráfico de Trujillo.